viernes, 10 de agosto de 2012

Un habitante en Atapuerca



En 1992 un equipo de paleoantropólogos encabezado por Juan Luis Arsuaga descubrió en la Sima de los Huesos, en Atapuerca(España), los restos de un cráneo de Homo Heidelbergensis. El Cráneo 5 estaba completo, pero fragmentado. Como un rompecabezas, poco a poco se fue montando la calavera de Miguelón (bautizado así por los científicos en honor a Miguel Indurain, que ganaba aquel año el segundo de sus cinco Tour de Francia), hasta tener la estructura ósea completa de la cabeza de un individuo por primera vez en la historia de los registros fósiles.

El maxilar superior izquierdo del cráneo presenta una alteración ósea importante. Según los paleoantropólogos esta deformación se debe a que uno de los dientes se le había roto por un fuerte golpe, de tal manera que la pulpa había quedado expuesta y dado lugar a una infección tremenda que supuso, no sólo un flemón enorme, sino también unos cuantos días de dolor terrible.

Los hermanos Adrie y Alfons Kennis han recreado, tanto en pintura como en escultura de látex, la apariencia que Miguelón debió tener en vida.


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